domingo, 19 de mayo de 2019

LA CASA SIETE. LA PAREJA.




LA CASA  SIETE.
LA PAREJA. EL MATRIMONIO, LOS ASOCIADOS.
Leonardo Díaz
Astrólogo Metafísico

Este es el sector de la Carta Natal que corresponde al signo de Libra y representa los patrones energéticos con los que nos identificamos al relacionarnos de persona a persona, principalmente nuestras relaciones de pareja.

El sector opuesto a la Casa Siete es la Casa Primera que representa el signo Ascendente, donde se definen los patrones básicos de nuestra personalidad. Enamorarnos surge de la necesidad de complementarnos con aquellas energías opuestas a lo que hemos definido como nuestra identidad. Es por esta razón que lo opuesto nos atrae. Según son los patrones energéticos de nuestra Casa Siete, así serán nuestras proyecciones y fantasías sobre el tipo de personalidad que nos producirá una atracción irresistible. En el fondo nos enamoramos de una parte de nosotros mismos que proyectamos en la otra persona.

En Astrología tradicional se le denomina a la Casa Siete el sector del matrimonio. En realidad es el sector de nuestras proyecciones interpersonales, de persona a persona, en la que a través de esas partes fragmentadas de nuestra psiquis tratamos de complementarnos.

Las personas que nos atraen son los protagonistas de nuestras proyecciones, igual ocurre con las relaciones interpersonales en las que experimentamos el odio. Todos sabemos que el odio y el amor son la misma energía pero de polaridad contraria.

La esencia de la Casa Siete la podemos definir en esta frase: “Busco una pareja con las cualidades que deseo desarrollar”. Debemos tener presente que somos una  totalidad, pero nuestra psiquis está constituida por elementos que, por proyección, hace que nos busquemos a nosotros mismos en los otros. Es por esta razón que no debemos juzgar los tipos de relación que los demás llevan. Cada Ser vive su propia proyección en eso que llamamos buscar nuestra media naranja, nuestra mitad o alma gemela. Lo importante de la experiencia de viajar por esta vida es aceptar lo que nos gusta.

Nadie puede enamorarse por otro, como tampoco existen modelos ideales como galanes y símbolos sexuales, todo eso es falso. Cada uno de nosotros tenemos una estructura por la que experimentamos el mundo, en este caso el tipo de persona que nos complementa.

No podemos cambiar nuestra Casa Siete. Lo único que podemos hacer es hacernos conscientes de como funcionamos, así podremos manejarnos mejor y con menos conflictos. Si tu pareja te dice "no cambies nunca", estas en tremendo problema, ya que ambos irán realizando ajustes en sus proyecciones a medida que el tiempo transcurre y ciertos planetas en su movimiento diario, transitarán el sector de nuestra casa siete.

El mecanismo psicológico de la proyección está  claramente demostrado en el significado de la casa siete de nuestra carta natal. El matrimonio, tal como lo refleja la casa siete, es una realidad proporcional a la integración interna. La mitad transexual de la psique  está íntimamente conectada con las cualidades del conyugue que la casa siete resalta.

El ser humano crea su mundo constantemente según el tipo de pensamiento que genera, produciendo una realidad que no es más que la expresión externa de sus pensamientos. Las experiencias que un individuo vive siempre están relacionadas con sus contenidos  psíquicos. Aunque no comprendamos racionalmente el mecanismo que tiene lugar entre nuestros contenidos y las formas de energía externa, sabemos que este fenómeno ocurre en todos los individuos. Enamorarnos surge de la necesidad de complementarnos con aquellas energías opuestas a lo que hemos definido como nuestra identidad. Es por esta razón que lo opuesto nos atrae.

El problema que generan nuestras proyecciones es el de precipitarnos en el matrimonio temprano cuando hemos idealizamos a esa persona. Ocurre que cuando convivimos e intimamos las proyecciones pueden alterarse, lo que hace que proyectemos lo contrario, entonces comenzamos a ver en la otra persona defectos y cosas negativas. Además, cuando crecemos personalmente y maduramos, las proyecciones sufren grandes cambios.

La casa siete representa las asociaciones, no solo las matrimoniales, sino, a los socios de negocios, a aquellos que comparten intereses en un asunto. También representa los enemigos directos, a quienes enfrentamos en disputas pleitos, demandas o procesos judiciales. Los tránsitos por esta casa indicarán los momentos propicios o no para los asuntos de esta casa.
Los planetas situados en esta casa hablan de nuestra capacidad para mantener este tipo de relaciones y del tipo de personas que buscamos para ellas.
Significado general de la Casa Siete:

Matrimonio, divorcio, fidelidad o infidelidad conyugal, las asociaciones, los enemigos abiertos o declarados, los pleitos con la justicia, los contratos, la personalidad que proyecta el cónyuge, los rivales sociales, las uniones legales, las relaciones bajo contrato, el hogar conyugal, la felicidad matrimonial, las facilidades o dificultades para la realización del matrimonio, la fundación o disolución de una sociedad, el grado de armonía y comunicación en el hogar conyugal, el deseo o no de establecer relaciones duraderas y legalizadas, el concepto ideal del matrimonio, la complementación o no con el cónyuge, la ganancia o la pérdida de los procesos legales.